martes, 15 de diciembre de 2009

LA EQUINOTERAPIA EN EL AUTISMO



Disponible en sitio web: http://dissimile.wordpress.com/2009/09/04/%C2%BFsirve-para-algo-la-equinoterapia/

LA EQUINOTERAPIA EN EL AUTISMO
Varios autores consideran al autismo, como una ruptura del proceso normal del desarrollo que generalmente aparece en los dos primeros años de vida. Se conocen causas fisiológicas como irregularidades neurológicas en algunas áreas del cerebro. Sus manifestaciones son problemas en el lenguaje, funciones sociales, juegos, conocimientos, etc., comprobándose un retraso en relación a niños de su misma edad.
Las personas autistas parecen no entender las simples formas de comunicación verbal y no verbal, se alejan de las personas y del mundo que los rodea. Se entretienen con algunas actividades y objetos que interfieren en el aprendizaje, no se interesan en compartir sus cosas con otros niños y generalmente no aprenden por medio de los métodos tradicionales de enseñanza, observación e imitación.
Según el Dr. William J. Walsh, el funcionamiento defectuoso de la proteína llamada metalotioneina (MT) es una característica distintiva del autismo. Esta anormalidad (que se cree que es genética) resulta en un trastorno del desarrollo cerebral y extrema sensibilidad a los metales pesados y a otras sustancias ambientales. La experiencia nos ha demostrado que aplicando distintas estrategias, la Monta Terapéutica es un complemento extraordinario para el manejo de problemas de comportamiento y aprendizaje en niños y jóvenes con autismo. (1)

En las formas de trabajo mediante la Hipoterapia para el abordaje de estos alumnos, los especialistas se basan en el principio de la modificación de la conducta, utilizando muchos y diferentes refuerzos extrínsecos (biológicos o primarios y sociales) que son los premios y reconocimiento que transmite el profesional.
Primero es necesario tener contacto con el animal hablándole, tocándolo, acariciándolo. Se le puede ofrecer una zanahoria o parte de manzana, por ejemplo. Antes de ir al paso es aconsejable realizar ejercicios sentado sobre él, no necesariamente en la postura tradicional; sino en función de las peculiaridades de cada sujeto. Las sesiones son breves al principio, pero se incrementa su duración a medida que se desarrollan las clases, desde los 15 hasta los 45 minutos aproximadamente. A todos estos niños les resulta el movimiento del caballo muy agradable.
Los refuerzos intrínsecos (los que surgen de la propia actividad o conducta que el niño disfruta) son los más difíciles de promover y la Monta Terapéutica brinda esta posibilidad, ya que el niño, si está bien dirigido, desde el principio, o en pocas clases, comienza a disfrutar de algunos de los beneficios que nos brinda el caballo. La constante pérdida del equilibrio que se produce en un cambio de aire y su pronta recuperación para continuar montado, provoca una obligada concentración.
La relación jinete-caballo que generalmente es espontánea y auténtica en otros niños, en estos casos se da al principio como respuesta más a la curiosidad que a lo afectivo; el éxito de una buena relación se va a dar en forma paulatina y va a depender entre otras cosas de la capacitación, y perseverancia del profesional. La temperatura y el pelo tan suave del caballo invitan a un contacto táctil que al principio puede ser automático pero tal vez pueda transformarse en una manifestación afectiva, fundamental para este tipo de aprendizaje.
El mundo ecuestre le brinda al alumno con autismo, una manera diferente de aprender. Los objetivos operacionales se concretan con éxito, gracias a las específicas estrategias de aprendizaje y a las características propias de la actividad.
Las vivencias en la Monta Terapéutica toman mayor relevancia en las áreas pedagógicas, psicológicas y sociales, incentivando:
- la comunicación funcional,
- favoreciendo la comunicación no verbal,
- suplantando las conductas negativas causadas por la frustración en la falta de comunicación,
- conductas apropiadas,
- promoviendo la concentración,
- la atención visual,
- la capacidad de respuestas a consignas concretas, mejorando el nivel cognitivo del alumno,
- aumentando el deseo de la comunicación.

De esta manera estamos estructurando las bases para desarrollar el lenguaje verbal. Hay que ayudar a estas personas con principios básicos de Equinoterapia en un plan de acción terapéutico-educativo, entendiendo a la persona como una unidad de mente - cuerpo y espíritu, abordando transdisciplinariamente las áreas del lenguaje y comunicación, cognitiva, motor grueso, motor fino, sociabilidad y autocuidado, aprovechando los refuerzos intrínsecos que la actividad genera, influyendo en la razón a través de la emoción y en las trayectorias motoras y expresivas por medio de las trayectorias sensoriales de entrada.
En lo que respecta a los alumnos con autismo, son fundamentales los refuerzos extrínsecos que irán variando en intensidad y calidad, de acuerdo a cada uno en particular y a la respuesta y necesidad según el momento del aprendizaje. (1)




Referencias
(1)Lovaas I, 2006.La Hipoterapia o equinoterapia. En línea. Fecha de consulta 2/diciembre/2009. Disponible en: http://www.comunidad-autista.org/content/view/44/31/

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